No estás viendo doble, estás viendo la belleza exótica de las gemelas Mariana y Camila Dávalos: el dúo de las fantasías de muchos hombres.
Estas jóvenes paisas (nacidas en Antioquia), con apenas 22 años, son las nuevas caras del modelaje nacional, con excelente proyección a nivel internacional. En el catálogo de la colección primavera-verano 2009 de la marca de ropa íntima Bésame se puede ver su talento para el modelaje y su gran belleza.
La similitud de Mariana y Camila va más allá de su físico. Ambas tienen un poder hipnótico con el que conquistan el mundo con sólo una sonrisa o una mirada, dualidad entre ternura y sensualidad.
En cuanto a personalidad y temperamentos, tienen algunas diferencias. Camila asegura que desde niña, debido a su espíritu extrovertido y carismático, se conectaba fácilmente con las cámaras, el maquillaje y la moda. Mariana, más introvertida en aquella época, percibía al modelaje como la oportunidad de recibir regalos y comprarse ropa y juguetes.
Empezaron a modelar a los 10 años de edad donde las pasarelas y las sesiones fotográficas eran sólo un juego divertido que les daba privilegios económicos. Pero, con el paso del tiempo, se convirtió en un oficio serio, que han sabido ejercer con profesionalismo, responsabilidad y compromiso.
“Lo que era un sueño, ya es una realidad. Este trabajo nos encanta porque nos ha permitido conocer diferentes lugares y culturas. Así como interpretar actitudes y poses que uno nunca haría en la vida real, pero que al ser modelo se tiene que asumir ese rol”, afirma Mariana.
Por su lado, Camila, quien ya tiene un bebé, admite que ser modelo reconocida le ha representado beneficios para su vida, entre esos la posibilidad de garantizarle bienestar a su hijo. “Samuel es el motor de mi vida. Mi tiempo libre se lo dedico completamente a él. Trabajo para darle todo lo que se merece”, asegura.
Para Mariana, sus días de descanso son el mejor momento para consentirse en el spa. “Cuando no tengo trabajo, me gusta estar relajada y disfrutar de todo un día sólo para mí”.
Las hermanas Dávalos han compartido aficiones y gustos durante toda su vida. Lo que más las une es la devoción por el gimnasio, adonde van todas las mañanas y cuentan con un entrenador personal. Llevan una dieta balanceada, en la que incluyen muchas frutas, verduras y agua. Realizaron estudios de administración agropecuaria, estudios que combinan perfectamente con su gran pasión, el modelaje.
